Desnutrición y malnutrición

Dra Yadira Bardales - Geriatra

Desnutrición en el adulto mayor

La desnutrición es la falta de nutrientes esenciales necesarios para mantener la salud y se considera un problema de salud frecuente y grave en el adulto mayor, que afecta su calidad de vida y aumenta el riesgo de complicaciones importantes, como fracturas, infecciones, debilidad muscular, anemia, deterioro cognitivo y mayor mortalidad.

¿Cuáles son las causas de desnutrición en el adulto mayor?

Las causas pueden ser variadas:

  • Disminución del apetito relacionada con la pérdida del sentido del gusto y del olfato.
  • Problemas para masticar o tragar, incluida la falta de dientes o prótesis dentales mal ajustadas.
  • Enfermedades crónicas como diabetes, insuficiencia cardíaca, EPOC, demencias (Alzheimer) y accidentes cerebrovasculares.
  • Efectos secundarios de medicamentos que afectan el apetito o la absorción de nutrientes.
  • Factores psicosociales como depresión, aislamiento social y dificultades económicas.
  • Cambios fisiológicos del envejecimiento que reducen la absorción de nutrientes y aumentan las necesidades nutricionales.
  • Deterioro cognitivo que impide recordar o valorar la importancia de la alimentación.

¿Cuáles son los síntomas de desnutrición en el adulto mayor?

Se puede manifestar con los siguientes síntomas:

  • Pérdida de peso involuntaria y significativa.
  • Debilidad muscular y pérdida de masa ósea (riesgo de osteoporosis).
  • Fatiga constante y falta de energía.
  • Alteraciones en la piel y el cabello, edemas en extremidades.
  • Problemas digestivos como estreñimiento o diarrea.
  • Deterioro de la memoria y mayor riesgo de demencia

¿Cuáles son las consecuencias de la desnutrición en el adulto mayor?

La desnutrición en el adulto mayor puede tener múltiples consecuencias:

  • Aumento de la fragilidad y riesgo de caídas y fracturas.
  • Sistema inmunológico debilitado, mayor susceptibilidad a infecciones.
  • Peor recuperación de cirugías y heridas.
  • Incremento de la morbilidad y mortalidad.
  • Impacto negativo en la movilidad y autonomía.

¿Cuándo debería preocuparme?

Consulta con un geriatra si observas:

  • Pérdida de peso significativa sin motivo aparente.
  • Disminución del apetito, incluso frente a alimentos favoritos.
  • Cansancio constante y falta de energía para las actividades diarias.
  • Cambios físicos, como piel seca, cabello frágil o uñas quebradizas.
  • Inmunidad debilitada, con infecciones recurrentes.
  • Problemas para masticar o tragar, que dificulten una alimentación adecuada.

La desnutrición en el adulto mayor es un problema multifactorial que requiere un abordaje integral para mejorar la calidad y esperanza de vida en este grupo poblacional tan vulnerable.

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